jueves, 22 de diciembre de 2016

2DO OPTOMETRIA : MEMORIA Y PERCEPCION

LA MEMORIA


La memoria humana es un proceso mental y una de las funciones más importantes de nuestro cerebro; es ocasionada por la conexión sináptica entre neuronas y se define como la capacidad para recordar. Podemos encontrar en la misma tres funciones básicas y diferentes tipos de memoria.
Funciones básicas de la memoria: codificación, almacenamiento y recuperación.

Codificación: es el proceso por el cual la información es preparada antes de ser almacenada. La información puede ser codificada de diferentes formas: información sensorial de tipo visual, acústica, o semántica, a través de imágenes, sonidos, o experiencias.

Almacenamiento: se le llama a la etapa continua a la codificación; cuando la información ya fue codificada, esta puede ser almacenada en la memoria a corto plazo o a largo plazo.

Recuperación: es el proceso final de la memoria, el que nos permite encontrar la información deseada en el momento que la necesitamos. Mediante el recuerdo podemos encontrar información de acontecimientos que fueron guardados en nuestra memoria en el pasado.
Dentro de la complejidad de la memoria podemos encontrar tres tipos, con sus respectivas divisiones.
Tipos de memoria: sensorial, a corto plazo y a largo plazo.

Memoria sensorial: tiene la capacidad de registrar por un breve lapso la información que percibimos mediante nuestros sentidos.
Dentro de la memoria sensorial podemos identificar dos tipos: memoria ecoica y memoria icónica.
La memoria ecoica, también llamada sensorial auditiva, se encarga de almacenar por breves  instantes los primeros segmentos del estímulo auditivo; este tipo de memoria es la requerida para llevar a cabo una conversación y por ende para hablar.

La memoria icónica, también denominada sensorial visual, se encarga en conservar durante un breve periodo de tiempo las imágenes percibidas durante la fijación ocular.
Esta memoria se encarga de captar el movimiento de las imágenes, y que las mismas permanezcan un tiempo en nuestra memoria antes de que estas se desvanezcan.
Memoria a corto plazo, también denominada memoria operativa, retiene la información generada por el medio que nos rodea, pero con una capacidad limitada. La información obtenida desaparece en un lapso de hasta 45 segundos aproximadamente, a menos que esta sea  conservada en nuestra memoria con ayuda de la función de recuperación.

Memoria a largo plazo: este tipo de memoria puede almacenar permanentemente la información, esta memoria presenta una capacidad ilimitada para el almacenamiento de información.
Dentro de la memoria a largo plazo podemos encontrar varias divisiones: memoria declarativa, procedimental, episódica, semántica, explícita e implícita.
Memoria declarativa: se encarga de almacenar información sobre los acontecimientos; por ej.: nombres, fechas, etc.

Memoria procedimental: es la encargada en almacenar el conocimiento de las habilidades motoras y de los procedimientos realizados en el entorno. Nos muestra recuerdos que hemos almacenado mediante la práctica;  por ej.: como peinarnos, cómo escribir, etc.

Memoria episódica: este tipo de memoria almacena (en ciertas ocasiones detalladamente) nuestras experiencias. Nos permite recordar vivencias y episodios ocurridos en un determinado lugar.

Memoria semántica: este tipo de memoria almacena el conocimiento necesario para el uso del lenguaje, hechos relacionados con el  mundo y conocimientos generales que no están por lo general basados en experiencias propias.

Memoria implícita: está almacena información inconscientemente sobre hábitos, habilidades y nos permite de esta forma aprender a hacer ciertas cosas sin estar consciente de ello. Por ej.: andar en bicicleta.

Memoria explícita: A diferencia de la memoria implícita, con este tipo de memoria si sabemos que contamos con dicha información. La memoria explícita almacena información sobre hechos, aprendizajes y vivencias propias, de las que somos totalmente conscientes.



































PERCEPCION

La percepción es la manera en la que el cerebro de un organismo interpreta los estímulos sensoriales que recibe a través de los sentidos para formar una impresión consciente de la realidad física de su entorno.
También describe el conjunto de procesos mentales mediante el cual una persona selecciona, organiza e interpreta la información proveniente de estímulos, pensamientos y sentimientos, a partir de su experiencia previa, de manera lógica o significativa. En la filosofía, la percepción es la aprehensión psíquica de una realidad objetiva, distinta de la sensación y de la idea, y de carácter mediato o inmediato según la corriente filosófica (idealista o realista).

Teoría empirista de la percepción

También llamada teoría asociacionista, esta teoría tiene sus bases en el pensamiento aristotélico. Desde esta óptica, la percepción tiene como base sensaciones más o menos caóticas que el sujeto perceptor ordenará posteriormente. La organización de la percepción siempre se efectúa desde conocimientos previos de la realidad.
El sujeto que percibe es pasivo en un principio y se limita a recibir los estímulos externos para luego proceder activamente y organizar el "mosaico" de la percepción. El empirismo clásico fue una corriente importante cuyos representantes son David HumeDavid Hartley y Wilhelm Wundt, entre otros.
Esta corriente se denomina constructivismo y considera que la percepción no puede aislarse de la actividad cognitiva del sujeto. En el acto de la percepción, el sujeto proyecta su atención hacia determinadas características ambientales y entonces hace un muestreo, es decir, selecciona cierta cantidad de información de los objetos y estímulos recibidos. A la vez, esta información activará o modificará los esquemas en que se encuadrará la percepción, y le dará un significado.

Teoría innatista o de la forma

También llamada teoría racionalista. Sus orígenes se remontan al ideal platónico. Presupone la existencia de un sujeto que percibe mediante unas capacidades innatas (de nacimiento, no adquiridas). Los datos de la experiencia vendrían organizados automáticamente en el mismo acto de la percepción cuando vemos las cosas. No unificamos los datos dispersos de la sensación como si fuera un rompecabezas, sino que percibimos el mosaico total, directa e indirectamente.
La escuela de la Gestalt ha considerado el concepto de organización como resultado directo de los procesos sensoriales. No existen sensaciones puras sino sensaciones organizadas. La organización perceptiva sería el resultado de los procesos físicos que tienen lugar en la corteza cerebral.
 Habría un cierto isomorfismo (una igualdad de forma) entre la estimulación externa y los efectos que esta produce en el cerebro. Así pues, nuestra percepción sería el resultado de una adaptación biológica al medio. No cabría la posibilidad de plantearnos si lo que percibimos es una mera realidad subjetiva o una correspondencia con lo que es realidad en nuestro umbral de percepción.
La visión que la percepción nos proporciona está ordenada en sí misma, estructurada con los caracteres propios de un todo. Las partes de la percepción dependen del todo de la percepción.


NATURALEZA DE LOS ESTIMULOS SENSORIALES

La percepción es el primer proceso cognoscitivo, a través del cual los sujetos captan información del entorno, la razón de esta información es que usa la que está implícita en los estímulos captados por los sistemas sensoriales y que permiten al individuo animal (incluyendo al ser humano) formar una representación de la realidad de su entorno. La luz, por ejemplo codifica la información sobre la distribución de la materia-energía en el espacio-tiempo, permitiendo una representación de los objetos en el espacio, su movimiento y la emisión de energía lumínica.
A su vez, el sonido codifica la actividad mecánica en el entorno a través de las vibraciones de las moléculas de aire que transmiten las que acontecen en las superficies de los objetos al moverse, chocar, rozar, quebrarse, etc. En este caso son muy útiles las vibraciones generadas en los sistemas de vocalización de los organismos, que transmiten señales de un organismo a otro de la misma especie, útiles para la supervivencia y la actividad colectiva de las especies sociales. El caso extremo es el lenguaje en el hombre.
El olfato y el gusto informan de la naturaleza química de los objetos, pudiendo estos ser otras plantas y animales de interés como potenciales presas (alimento), depredadores o parejas. El olfato capta las partículas que se desprenden y disuelven en el aire, captando información a distancia, mientras que el gusto requiere que las sustancias entren a la boca, se disuelvan en la saliva y entren en contacto con la lengua. Sin embargo, ambos trabajan en sincronía.
La percepción del sabor de los alimentos tiene más de olfativo que gustativo. Existe en realidad como fenómeno psíquico complejo, la percepción, el resultado de la interpretación de esas impresiones sensibles por medio de una serie de estructuras psíquicas que no proceden ya de la estimulación del medio, sino que pertenecen al sujeto. En la percepción se encuentran inseparablemente las sensaciones con los elementos interpretativos. Dentro de este análisis es tener la capacidad para recibir mediante los sentidos las imágenes o sensaciones externas o comprender y conocer algo.

PROCESO DE PERCEPCION
El proceso de percepción comienza con un objeto del mundo real, llamado el estímulo distal u objeto distal.  Gracias a las características de la luz, del sonido o algún otro proceso físico, el objeto estimula los órganos sensoriales del cuerpo. Estos órganos sensoriales transforman la energía (que juega el papel de información entrante) en actividad neural, en un proceso llamado transducción. Los patrones de actividad neural que son así generados son llamados estímulos proximales. Estas señales neuronales son transmitidas al cerebro y procesadas. La recreación mental del estímulo distal es el percepto. La percepción ha sido a veces descrita como el proceso de construir representaciones mentales de estímulos distales usando la información disponible en los estímulos proximales.
Desde el punto de vista del receptor de la información sensorial, la percepción puede ser de tipo intermodal o transmodal.
La percepción intermodal (también llamada intersensorial o multimodal) es la percepción unitaria o unificada de objetos o eventos a partir de estímulos simultáneos disponibles a través de más de un canal sensorial. Es decir, que el individuo es capaz de establecer una relación entre dos tipos de información, por ejemplo, reconociendo el vínculo entre una voz y la imagen de la persona que habla como un único acontecimiento.
La percepción intermodal es esencial en el desarrollo de las funciones cognitivas de los infantes de muy baja edad. Por ejemplo, ciertos estudios realizados en laboratorio parecen indicar que los bebés prestan más atención a los estímulos en los cuales el sonido y la imagen están sincronizados. Este tipo de experimentos va al encuentro de la creencia según la cual los bebés experimentan sensaciones discordantes provenientes de cada uno de sus sentidos durante sus primeros meses de vida.
La percepción transmodal es la manera en la que el cerebro interpreta la información amodal, es decir, que no es específica de un solo canal sensorial, sino que puede ser recibida de forma redundante por varios canales. Por ejemplo, el ritmo de unas manos dando palmas puede ser percibido a la vez de manera visual, auditiva y háptica. También es la capacidad del sistema cognitivo humano de traducir un tipo de información sensorial a otra. La percepción transmodal se encuentra frecuentemente asociado a las habilidades de imitación. Se ha observado que los bebés tienen una capacidad innata de traducir un estímulo visual en una acción motora, por ejemplo, al imitar un adulto cuando este saca la lengua.